Subjelivización y objetivización son entonces dos movimientos complementarios de la virtualización. Nuestro propósito no es oponer lo virtual a los otros modos de ser. La articulación de lo virtual y de lo actual anima la misma dialéctica del acontecimiento, del proceso, del ser como creación. Esta articulación de la forma y de la materia caracteriza un polo de la sustancia, opuesta al polo del acontecimiento.
La realización, como lo hemos sugerido antes, se puede asimilar a la causalidad material: alimenta con materia una forma preexistente. Paralelamente, la realización encama una temporalidad lineal, mecánica, determinista. La potencialización produce orden e información, reconstituye los recursos y reservas energéticas. Realización y potencialización pertenecen al orden de la selección: elección molecular, entre las posibles, para la realización. Trimolecular y reconstitución de una forma para la potencialización Las cuatro transformaciones están aquí diferenciadas conceptualmente. Recuperados por los procesos de virtualización y de actualización, posible y real son objetivados o subjetivados.
Acontecimiento envuelto Sustancia envuelta
Acontecimiento envolvente
Virtualización
Actualización
Subjetivación
Objetivación
Sustancia envolvente Cosificación institucionalización
Realización
Potencialización
El aparente dualismo entre la sustancia y el acontecimiento esconde, quizás, una profunda unidad.
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